La primera librería de Saltillo, hoy el lugar está abandonado

Isidro Fornés Sol entró a México por la frontera de Nuevo Laredo, Tamaulipas. El español comentó que su llegada a México obedecía a negocios.

El comerciante nacido en 1875 en Tarragona, provincia de España, sería el fundador de la primera librería de Saltillo.

Las identificaciones oficiales dejan ver que Fornés medía 1.64 metros de altura y que su complexión era regular. Cuando abrió la librería en la capital coahuilense tenía 28 años, en 1903.

El local, que también era su casa, se ubicó en la acera poniente de la calle Del Comercio. El porqué de esa nomenclatura no tiene más misterio que el hecho de que ahí era una zona con negocios de varios giros.

Actualmente esa vialidad la conocemos como Zaragoza, y se localiza a unos metros del Palacio de Gobierno, en el Centro Histórico.

Respecto a Fornés, ser reconocido como el más prestigioso librero de la ciudad fue un título que alcanzó con el tiempo y que rindió homenaje a la calidad de su trabajo.

Inicialmente el inmueble llevó el nombre de “Librería de Isidro Fornés” y estuvo marcado con el número 19. Su fachada era de color café, de estilo neoclásico y se construyó con piedra de origen potosino.

Mientras que el primer piso del edificio era ocupado por el local de libros y lucía varias puertas, la segunda planta se caracterizaba por sus balcones y funcionaba como imprenta.

“La casa más antigua y acreditada en la frontera”, así fue como el español promocionó su negocio en aquel tiempo.

La librería de Fornés tenía a un peculiar vecino contiguo y sobreviviente hasta hoy: la Ferretería Sieber.

En 1914 un incendio causó destrozos en la ferretería y se propagó hasta los edificios cercanos, entre ellos la librería.

Se cree que tras el siniestro el espacio de libros sufrió adecuaciones que le dejaron cicatrices en sus columnas y algunas de sus paredes.

En la década de 1920 la librería tenía el número 17 como parte de su dirección y ya era conocida como “Antigua Librería Fornés”. Para entonces, a su catálogo de productos había sumado artículos y libros de texto escolares.

El tiempo siguió favoreciendo a Fornés, y en 1944, ahora en Zaragoza #211, se daba a conocer como “Antigua Librería Fornés, Cía Librería y Papelería S.A.”.

Los registros migratorios revelan que el último domicilio que tuvo Isidro Fornés fue el de su entrañable librería saltillense.

Cuando murió a los 82 años, en 1957, se llevó a la tumba el éxito del que presumió la librería durante más de medio siglo.

Pasaron 19 años hasta que otro comerciante se animó a ocupar el sitio y colocaron la Zapatería Damián. Los nuevos propietarios se ocuparon de cuidar el inmueble, lo que dejó de ser cuando la zapatería cambió de ubicación.

Hoy el sitio es un inmueble en ruinas y abandono.

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