A menos de dos meses de las elecciones de este año, los debates entre los contendientes lucen insuficientes para revertir las tendencias en las preferencias electorales.
“Contienda, lucha, combate” son las palabras que la Real Academia Española, la RAE, utiliza para definir debate. La definición es propicia en el marco de las elecciones por la gubernatura de Coahuila y del Estado de México, a realizarse el próximo 4 de junio.
¿Las elecciones de este año son competitivas? Preámbulo de la batalla por el 2024, las elecciones de Coahuila y Estado de México muestran una historia distinta en cada caso. A poco menos de dos meses de las elecciones, Manolo Jiménez, candidato de la alianza conformada por PRI, PAN y PRD lleva por ahora ventaja, mientras que en el Estado de México, Delfina Gómez, la abanderada de Morena, PT y PVEM, ha estado consistentemente arriba de las preferencias desde el arranque del proceso electoral.
Corresponde a los organismos públicos locales de cada entidad la organización de los debates previstos en la normatividad electoral. En Coahuila los contendientes han tenido ya su primer debate en el periodo de campaña, en el que la nota distintiva fueron las descalificaciones mutuas, en un escenario político desfavorable para Morena, con la candidatura de Ricardo Mejía Berdeja, abanderado del PT.
Han puesto fecha a los debates: el 20 de abril y el 18 de mayo. En claro contraste con Coahuila, en el Estado de México las opciones se reducen a dos candidaturas, que más que opciones políticas representan en esencia dos narrativas contrapuestas para gobernar la entidad más poblada del país. Los debates suscitan interés, aunque persiste la duda si éstos son más bien insumos para el llamado “círculo rojo”, antes que recursos de decisión para el electorado mexiquense.
El Instituto Electoral del Estado de México ha acordado con los equipos de campaña de las candidatas los lineamientos para ambos debates.
Entre las reglas destacan la prohibición “de cualquier expresión que implique violencia política contra las mujeres en razón de género, ofensas, difamación, calumnia o discriminación, motivada por origen étnico, género, discapacidad, condición social, religión, preferencias sexuales o cualquier otra que atente contra la dignidad humana…”.
Generalmente, quien encabeza las preferencias electorales trata de administrar su ventaja, mientras que el o la candidata que va debajo en las encuestas tiene incentivos para ser más arrojado en sus planteamientos, lo que a veces se reduce en lanzar más descalificaciones a su contrincante. Alejandra del Moral llega al primer debate con una marcada desventaja con respecto a Delfina Gómez, la cual se amplió luego de que Movimiento Ciudadano renunciara a participar en las elecciones y que se estima representó una ventaja de 5.2%.
You must be logged in to post a comment Login