El centro penitenciario de seguridad media y con áreas de alta seguridad fue construido y puesto en operación en 2001 en el sexenio del gobernador Humberto Moreira Valdés, y poco después lo donó el Estado a la Federación.
Diseñado como la prisión más amplia y moderna de la entidad, contaba con cuatro áreas diferentes, 2 femeniles y 2 varoniles subdivididas en imputados y sentenciados, con una capacidad mayor a 2 mil reos, con dormitorios, salas de visita, comedores, patios, canchas, juzgados penales, lavanderías y áreas administrativas.
El representante de los comerciantes explicó que primeramente, quienes se verán mayormente beneficiados son los familiares de los reos de Monclova, que no tendrán que viajar a Saltillo u otras ciudades donde está internado en el penal algún familiar suyo.
De la Garza Gaytán consideró que la próxima reapertura del penal estatal representará un importante ahorro económico para las familias de imputados que enfrentan juicio por algún delito, y por otro lado facilitará la reinserción social de los convictos, pues tendrán más cerca a sus seres queridos durante su estadía en la prisión.
El comisionado de turismo de la Cámara Nacional de Comercio de Monclova dijo que hay que analizar la capacidad económica del gobierno estatal, cuyas partidas presupuestales cada año han sido reducidas por la Federación.
Indicó que habrá que ver si en 2022, cuando se realizó la ley de ingresos para 2023, ya venía contemplada la entrega, rehabilitación y puesta en marcha del Cefereso 10 a Cereso estatal.
De no existir tal presupuesto, el gobierno estatal, consideró De La Garza Gaytán, tendrá que buscar recursos para poner nuevamente en operación al centro de readaptación social de Monclova, ubicado en el kilómetro 10.5 de la carretera estatal a candela, o esperar hasta 2024, cuando se apruebe una partida para el centro penitenciario.
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