En temporada de calor los niños y niñas son más susceptibles a desarrollar infecciones gastrointestinales debido a la ingesta de bacterias o parásitos contenidos en alimentos contaminados.
Los principales síntomas son evacuaciones líquidas como diarrea, vómito, náuseas, fiebre y una disminución en el consumo de bebidas y alimentos, conocida como hiporexia, informó la pediatra neonatóloga Brenda de Haro.
Comentó que las infecciones gastrointestinales son la principal causa de deshidratación en niños y niñas, por lo que la valoración de un pediatra debe ser inmediata.
“El tratamiento principal es una adecuada hidratación y dependiendo de la valoración médica se indicará una dieta adecuada y un tratamiento sintomático o antibiótico ya que no todas las infecciones gastrointestinales requieren manejo con antibióticos”, mencionó.
Otra de las afecciones que puede surgir es el golpe de calor, que consiste en el aumento de temperatura corporal, posterior a un calentamiento excesivo del cuerpo por exposición a altas temperaturas.
En este caso, los bebés, niños y niñas en edad escolar pueden presentar síntomas como deshidratación, boca seca, saliva espesa, irritabilidad, agotamiento, debilidad, cansancio, dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómito, manos y pies hinchados, calambres, desmayos, fiebre mayor a los 40°C, ritmo cardiaco rápido y hasta convulsiones.
“Si los papás, mamás o tutores quieren evitar las enfermedades gastrointestinales, es recomendable que los niños no coman en la calle o en puestos ambulantes, que se laven las manos antes de comer y después de ir al baño; desinfectar verduras y frutas antes de comerlas, así como tomar agua hervida o embotellada”, recomendó.
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